Road to Valencia- Semana 12
"Que la vida iba enserio uno lo empieza a comprender más tarde" decía Gil de Biedma. "La vida no tiene sentido pero hay que vivirla como si lo tuviese".
Por la noche todo duele más y los miedos se exacerban. Esa es una de las cosas que te llevan al escenario, a enfrentar cualquier situación: el miedo patológico a la soledad. Todos tenemos nuestro conflicto. La vida misma es la búsqueda de un relato propio que contar. Sobrevivimos por la belleza de la vida, por la belleza desconocida, por el mariposeo de la duda. Es necesario vaciar la mente, no mirar lo que los otros están haciendo y buscar dentro de uno mismo. Solo entonces, en el vacío absoluto, encontrarás la esencia de la creación, de tu creación.
Quizá sea difícil de entender esta pasión artesana y humilde en estos tiempos tan desconfiados con las vocaciones y la ambición, pero a mí me sigue inspirando esa persistencia de caminante que no quiere que el camino llegue a ningún sitio. Las emociones en sí no son nada, lo que importa es en qué las conviertes. ¿Quieres que deriven en un cuadro de Goya, o en un discurso de Trump? Creo que no hay que renunciar nunca a la emoción. "Hay que mirar con ojos de niño y pedir la Luna" decía Lorca. Esa es mi forma de ver el mundo, pero a la vez la del hombre maduro que conoce el arma sutil de la crítica.
Puedes descubrir la felicidad incluso en las situaciones más complicadas. Las alegrías y las penas están conectadas. Siempre. Si evitas las dificultades también evitas el aprendizaje, la conciencia y la alegría. Tienes que buscar tu propia realidad, y eso es algo que sólo tú puedes hacer. Lo interesante es el proceso, crear un problema para resolverlo. "La libertad, Sancho, es uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos" dice Don Quijote. El significado de la palabra "libertad" proviene solo de su defensa. No puede ser un regalo: si alguien te la da, ya no es libertad. Hay que conquistarla a través del esfuerzo.
Vuelvo una vez más al mito de Sísifo... ya diréis... pero sí, como veis puede ser de mucha ayuda. Sísifo fue condenado por los dioses a un castigo eterno: empujar una roca montaña arriba a sabiendas de que una vez en la cumbre, la roca caería rodando hasta el valle y le tocaría recomenzar su juicio con Dios, su penitencia. Pero es que el mito de Sísifo intenta responder a una cuestión que todos nos hemos planteado alguna vez: ¿la vida de qué va? ¿tiene sentido nuestra existencia?
La vida tiene momentos luminosos, gloriosos, ráfagas de plenitud, de gran felicidad. Pero tiene otros tantos de dolor, perplejidad, impotencia o desesperación, y sobre todo de gran soledad. La madre de todas estas emociones es la soledad. Es quien nos esculpe, nos erosiona como el agua o el viento a las rocas. Es nuestra más fiel compañera. Al fin y al cabo, nuestros afanes, no son mas que formas de matar el tiempo hasta que el tiempo nos mate a nosotros. Hay que aprender a disfrutar del camino. Al fin y al cabo, hasta Sísifo seguro que más de una vez se dejó maravillar por una mañana radiante, un atardecer o el aleteo de una mariposa.
Veamos los números y entrenamientos de esta semana 12, de cara al maratón de Valencia, que tras la devastación de la DANA, tengo mis dudas de que se lleve a cabo. No sé ni si sería adecuado. Sea lo que sea, me quedo con que el proceso está siendo divertido. Lo disfruté en marzo de cara a Barcelona y la lesión me impidió correr; si el clima no me permite correr en Valencia dentro de 4 semanas, no pasará nada. No voy a frustrarme ni mucho menos. El proceso está siendo gratificante. Buscaré otra oportunidad y seguiremos adelante.
- 162km de carrera a pie (40km en elíptica) +750m
- 25km de bicicleta
- 3h de gimnasio
Esta semana, llevaba rumiando en la zona del glúteo/zona de cresta ilíaca izquierda una molestia que el domingo terminó de eclosionar. Durante el entrenamiento me encontré bien, ya que la atención se me distrajo a las tripas, que las tuve muy revueltas y no pude correr a gusto. Fue al parar y durante el día que la molestia fue a más. Se mantuvo unos días pero parece que a día de hoy está controlada. La semana 13 fue clave, como os contaré. Pero como veis, esta semana hubo un más trabajo de fuerza, sobre todo de gomas para fortalecer y activar la zona glútea y cadera. Aun sin saber que habría una DANA una semana después, mis intentos de llegar lo mejor posible a la maratón, y no lesionarme justo antes como en marzo, siguen en pie.
Nuestra pasividad nos hace sentir culpables, pero por otro lado en realidad no creemos tener culpa. Habría que hacer algo , rumia una parte de nuestra conciencia, pero es un algo tan vago, y parece tan fuera de nuestro alcance, que enseguida retornamos a la casilla de salida: a la pasividad, a la culpabilidad, a la incomodidad
¿Has soñado alguna vez con una mejor versión de ti mismo? Seguramente sí. Si tuviéramos que elegir a un personaje que haya influido en las personas, no solo en su disciplina, si no en el clima mental, podríamos elegir a Freud. La conducta humana está "determinada" por diversos factores que impiden al ser humano ser auténticamente libre. De este modo, descarta la existencia de un pecado, una culpa, pero también descarta la responsabilidad ética y hasta la voluntad libre, y es que la negación de la libertad implica inevitablemente la negación de la responsabilidad. Lo único que puede determinar la acción de las personas es su voluntad, y sobre su voluntad humana actúa la conciencia personal. Actuamos sobre nosotros mismos, somos actores de nosotros mismos, somos por ello, ¿una farsa? El tratamiento ante el sentimiento de culpa es el arrepentimiento, la reparación del daño causado, pedir perdón, el cambio de conducta. Todo tratamiento que trate de saltarse estos pasos sólo contribuirá a agravar nuestro mal interior, bajo la máscara de un alivio pasajero.
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